60 g de manteca
1 cebolla grande picada
2 dientes de ajo majados
2 cucharadas de harina
125 ml de caldo de pollo
125 ml de leche
1 pollo grande asado a la barbacoa sin la piel y desmenuzado
25 g de queso parmesano rallado
2 cucharaditas de hojas de tomillo fresco
25 g de pan rallado
2 huevos poco batidos
13 láminas de pasta phylo cortadas en tres trozos en diagonal
140 g de manteca adicional derretida

Derrita la manteca, agregue la cebolla y sofríala a fuego lento 12 minutos, o hasta que esté tierna, removiendo a menudo.
Suba el fuego y añada el ajo.
Cueza sin dejar de remover 1 minuto y añada la harina.
Siga removiendo 1 minuto más.
Retírelo del fuego, añada poco a poco el caldo y la leche, removiendo hasta que esté homogéneo.
Póngalo a fuego alto y llévelo a ebullición, removiendo a menudo hasta que la salsa hierva y se espese.
Hiérvalo 1 minuto, retírelo del fuego y añada el pollo, el parmesano, el tomillo, el pan rallado, sal y pimienta.
Deje enfriar y vierta los huevos.

Precaliente el horno a 220ºC.
Engrase ligeramente 3 bandejas de horno.

Coloque un trozo de pasta phylo en una tabla con el extremo más corto hacia usted (cubra las otras porciones con un paño húmedo).
Píntelo con la manteca derretida y ponga una cucharada de la mezcla de pollo en el extremo más cercano a usted.
Pliegue los lados hacia adentro, píntelos con manteca y enrolle la masa con firmeza hasta formar un rollo de 7 a 8 cm de largo.
Póngalo en la bandeja y pinte la parte superior con manteca.
Repita la operación con el resto de los ingredientes.

Hornee los rollos 15 minutos en la parte superior del horno hasta que estén bien dorados.
Sírvalos calientes.