350 g de pechuga de pollo
8 láminas de varka o pasta filo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla
1 diente de ajo
60 cc de infusión de azafrán
4 cucharadas de cilantro fresco
aceite de oliva
1/2 cucharadita de pimienta blanca molida
sal
Saltear la cebolla y el diente de ajo -picados finos- en una sartén con un poco de aceite de oliva y retirar cuando se
doren.
Subir el fuego, poner las pechugas de pollo cortadas en fileres finos y dejar hasta que queden doradas.
Añadir la infusión de azafrán, el sofrito de cebolla, el cilantro -picado muy fino -, un toque de pimienta y sal a gusto.
Cocicnar 10 minutos a fuego medio.
Dejar enfriar, picar fino y reservar.
Cortar cada hoja de la masa en 3 tiras de unos 5 cm de ancho, dando un corte diagonal en uno de los extremos de cada tira.
Colocar una cucharada de relleno en el extremo recto, doblar la masa sobre este formando un triángulo y envolver hasta
llegar al final de la tira.
Introducir el vértice del corte bajo el último doblea.
Freír los pasteles en abundante aceite muy caliente hasta que se doren.
Dejar escurrir sobre papel absorbente y servir.
Infusión de azafrán
Se prepara dejando unas hebras de azafrán ( una cucharadita por cada cuarto litro de agua) en agua hirviendo durante 3
o 4 minutos.
Se conserva 3 o 4 semanas en la heladera.
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