(para 2 strudel)

Masa de strudel
100 g de manteca derretida
250 g de jamón cocido (bien picado)
2 tazas de espinacas cocidas y bien exprimidas
1/2 taza de pan remojado en leche, exprimido y picado
1 taza de queso rallado
1/2 taza de salsa blanca espesa
Sal, pimienta y nuez moscada a gusto

PREPARACIÓN

Extienda una hoja de masa de strudel sobre un repasador seco y ligeramente enharinado. Si la hizo usted, estírela fina, bien fina, tanto como para poder leer a través de ella un e-mail mal impreso (hay que aggiornarse...).

Pinte la masa totalmente con la mitad de la manteca derretida.

Espolvoréela con la mitad del jamón cocido picadito

Pique finamente las espinacas y mézclelas con el pan remojado e igualmente picado, el queso rallado y la salsa blanca.

Sazone la mezcla a gusto con sal, pimienta y nuez moscada.

Coloque la mitad de esta mezcla, en forma de cordón, en un extremo de la mesa, (el más angosto) a 4 cm del borde.

Doble esos 4 cm de masa sobre el relleno y enrolle el strudel ayudándose con el repasador.

Deslice el strudel sobre una placa aceitada y arquéelo ligeramente, presionando los extremos como si se tratara de una medialuna gigante

Arme del mismo modo el segundo strudel.

Rocíe los strudel con un chorrito de aceite y cocínelos en horno bien caliente hasta que la masa esté crujiente y dorada. Si quiere una superficie brillante, 5 minutos antes de terminar la cocción espolvoréelo con azúcar impalpable.

MASAPARASTRUDEL

Mezcle 1/2 taza de harina con 1/4 de taza de leche, 1/4 de taza de agua y un poquito de sal, hasta obtener un
engrudo espantoso.


Levántelo en el aire y estréllelo contra la mesa, todas
las veces que sean necesarias hasta que la masa se airee y vuelva bien elástica. (Tenga fe y lo logrará...)

Enharínese las manos y divida la masa en dos bollitos.

Déjelos sobre la mesa e invierta sobre ellos (sin que
los toque) una cacerola previamente calentada. ¿Para qué?...Para que el calor dé elasticidad a la masa.

Utilice como indique la receta.

La masa de strudel, una vez estirada bien finita, debe extenderse sobre un mantel ligeramente enharinado para que no se pegotee al enrollarla y desechar los bordes gruesos.